Colegio San José Barranquilla

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Día del Maestro en Preescolar

El 15 de mayo los profesores de Preescolar compartieron un rato muy ameno, conmemorando su día. Con el apoyo de las Mamas Solidarias de Preescolar disfrutaron, compartieron y se integraron en un ambiente muy agradable. Muchas gracias profesores por toda su dedicación y compromiso con los estudiantes, es una alegría para nosotros que sean parte del colegio San José. FELIZ DÍA DEL MAESTRO. Escrito por: Maria Claudia Echeverría – Coordinadora de Bienestar Estudiantil Preescolar

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Mensaje del Domingo – Mayo 18

EL MENSAJE DEL DOMINGO V Domingo de Pascua – Ciclo A Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No pierdan la calma, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿les habría dicho que voy a prepararles sitio? Cuando vaya y les prepare sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino.» Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocerán también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto.» Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Jesús le replica: -«Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Créanme: yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí. Si no, crean a las obras. Les aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.» (Juan 14, 1-12). Hoy la palabra de Dios nos invita en el Evangelio (Juan 14, 1-12) a no perder la calma en las situaciones difíciles y a renovar nuestra esperanza, confiando en Jesús resucitado como el camino, la verdad y la vida. Las otras lecturas [Hechos 6, 1-7; Salmo 33 (32); 1 Pedro 2, 4-9] nos traen también un mensaje de optimismo a la luz de nuestra fe pascual. 1. “No pierdan la calma” Esta frase que Jesús dirige a sus discípulos durante la cena pascual en la que instituye la Eucaristía, llega hoy hasta nosotros como una invitación a no angustiarnos ni desesperarnos en medio de los problemas que tenemos que afrontar, no sólo en el plano individual o familiar sino también en el social. Es significativo que en varios pasajes de los Evangelios, cuando los discípulos de Jesús están pasando por momentos difíciles, Él los tranquiliza animándolos a confiar en su poder sobre las fuerzas del mal: “no teman”, “no se acobarden”, “levanten la cabeza”, “no pierdan la calma”, “la paz les dejo, la paz les doy”. Sintamos y recibamos en lo más hondo de nuestros corazones este mensaje de invitación a recibir el don de la paz interior que nos comunica el Señor resucitado y que también nosotros, como creyentes en Él, estamos llamados a comunicar a todas las personas con las que nos encontremos en nuestra vida. 2. “En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones”   La “casa del Padre” es una sugestiva metáfora que emplea el lenguaje bíblico para hacer referencia al futuro de felicidad eterna que el Señor nos tiene preparado si aceptamos su invitación a vivir de acuerdo con su mandamiento del amor y siguiendo sus enseñanzas. Esa vida plena y feliz en la eternidad es lo que tradicionalmente llamamos el cielo, que no es un lugar físico sino un estado de existencia en una forma de vida nueva distinta de la terrena, no ligada a las condiciones materiales. A ese estado somos llamados todos sin discriminaciones, y esto es precisamente lo que significa la imagen de las múltiples habitaciones de la “casa del Padre”: es una casa en la que podemos caber todos, sin exclusiones ni discriminaciones, y a la que podremos llegar si seguimos el camino que nos conduce a ella. Pero, ¿cuál es ese camino? 3. “Yo soy el camino la verdad y la vida” A la pregunta que le hace el apóstol Tomás -«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»-, Jesús responde con una de las frases más recordadas con las que Él se describe a sí mismo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida.» La expresión Yo soy empleada por Jesús en el Evangelio de san Juan (Yo soy la luz del mundo, Yo soy el buen pastor, Yo soy la puerta, Yo soy la resurrección y la vida, Yo soy el pan de vida, Yo soy la vid, ustedes los sarmientos, Yo soy el árbol, ustedes las ramas, Yo soy, el que habla contigo -como le dijo a la Samaritana cuando ésta le preguntaba por el Mesías-, o simplemente Yo soy -como se identificó a sí mismo ante quienes se disponían a apresarlo en el huerto de Getsemaní-), es una referencia directa al nombre con el cual se le había revelado Dios a Moisés: Yahvé, que eh hebreo significa Yo soy. – Jesucristo se nos presenta como el camino. Su ejemplo es el sendero que conduce a la felicidad eterna. Pero entonces, ¿quienes no lo conocen no pueden ser felices? ¿Para quienes son de otras religiones o no profesan ningún credo religioso, es imposible la felicidad? La respuesta la da el propio Jesús en otro Evangelio cuando, en la parábola del “Juicio Final” (Mateo 25, 31-46), a quienes le pregunten cuándo lo vieron a Él necesitado, les dirá: “todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.” Por tanto, seguir a Jesús como el camino conducente a la felicidad plena es poner en práctica para con nuestros prójimos el amor compasivo del que Él es ejemplo y que Dios mismo ha puesto como una ley interior en cada conciencia humana, cualquiera que sea su condición o situación con respecto a lo religioso. – Jesucristo se nos presenta como la verdad. Él es la revelación plena de un Dios que no miente -como muchos políticos-, sino que cumple sus promesas de salvación, y a quien precisamente por

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Día del Trabajador en Preescolar

El 8 de Mayo en Preescolar celebramos con un acto cívico el día del trabajador. Los niños de kinder 4 A y B con sus profesoras organizaron un acto especial para conmemorar este día e  invitarlos a que pasaron un rato agradable disfrutando del programa que con mucho cariño y esmero  los niños con sus profesoras prepararon. Los niños hicieron un acróstico, cantaron una canción y proyectaron un video muy lindo donde representaron la labor que realiza cada uno de nuestros trabajadores. ¡Felicitaciones y gracias trabajadores!  

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Mensaje del Domingo – Mayo 11

EL MENSAJE DEL DOMINGO Domingo IV de Pascua – Ciclo A Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo, dijo Jesús: -«Les aseguro que el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que salta por otra parte, es un ladrón y un bandido; pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas, las saca del redil, y cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: -«Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí fueron ladrones y bandidos, por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y, salir, Y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.» (Juan 10, 1-10). 1. La imagen del pastor en el Antiguo y en el Nuevo Testamento La imagen del pastor que cuida y conduce a las ovejas es constante en el Antiguo Testamento. El libro del Génesis describe los orígenes de Israel a partir de los patriarcas Abraham, Isaac, Jacob y sus doce hijos -de los cuales provenían las doce tribus israelitas-, quienes trashumaban en busca de agua y pastos para sus rebaños de ovejas y cabras. Varios siglos después hacia el XII a.C., encontramos en el libro del Éxodo a Moisés, quien junto al monte Sinaí aprende el oficio de pastor y es escogido por Dios como instrumento para liberar al pueblo de la esclavitud y conducirlo a través del desierto hacia la tierra prometida. Y dos siglos más tarde -hacia el siglo X a.C.-, tal como nos lo cuenta el primer libro de Samuel, Dios mismo escoge a David, un joven pastor que cuidaba el rebaño de su padre Jesé, para ser consagrado rey de Israel a quien se atribuye, entre otros el Salmo 23 (22): El Señor es mi pastor, nada me falta… También la imagen del pastor es empleada por los profetas. En el capítulo 34 de Ezequiel (siglo VI a.C.), Dios reprueba a los jefes del pueblo por haberse aprovechado de las ovejas para sus propios intereses egoístas y anuncia la promesa de un Mesías descendiente de David que será su verdadero pastor. Finalmente, en los comienzos de la era cristiana, los Evangelios anteriores al de Juan nos presentan la parábola contada por Jesús acerca del pastor que va en busca de la oveja perdida, la encuentra y la carga sobre sus hombros (Mateo 18,12-14; Lucas 15,3-7), mostrando así la misericordia infinita de Dios. Esta imagen del pastor misericordioso, pintada en las catacumbas de Roma, es la más antigua representación figurativa del cristianismo. Y en todo el capítulo 10 del Evangelio según san Juan, al que pertenece el texto de este domingo, Jesús se presenta como el Buen Pastor 2. “Camina delante de las ovejas y ellas lo siguen, porque conocen su voz” Una de las características de los pastores en el cercano oriente es que suelen ir delante del rebaño, lo cual los diferencia de los arrieros que golpean y empujan desde atrás. Por eso Jesús, al manifestarse como la presencia personal y salvadora de Dios entre nosotros, se aplica con toda razón la imagen del pastor para invitarnos a seguirlo confiando en su misericordia. Esta metáfora juega con otro de los símbolos que emplea Jesús para explicar su misión: “Les aseguro que el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que salta por otra parte, es un ladrón y un bandido; pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas (…) Yo soy la puerta de las ovejas”. Esta otra imagen podemos aplicarla a la labor pastoral que iba a continuar la Iglesia después de la muerte y resurrección de Jesús: esta labor, para ser auténtica, tiene que pasar por Él, que es la puerta. Por otra parte, existe el peligro de malentender la imagen del pastor y el rebaño cuando se hace de la Iglesia una organización autoritaria en la cual unos jefes gobiernan desde arriba a unos borregos pasivos que se comportan gregariamente, sin libertad ni iniciativa propia. Por el contrario, la Iglesia surgida de la vida y las enseñanzas de Jesucristo tiene que ser una comunidad en la que todos sus integrantes sean reconocidos como el pueblo de Dios, y en la que sus pastores vivan y actúen como verdaderos servidores, a imagen del propio Jesús. 3. “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante” Esta misión de Jesús como buen pastor corresponde a su vez a lo que dice la 1ª Carta de Pedro, en la segunda lectura de este domingo, a quienes se habían convertido a la fe en Jesucristo: Ustedes andaban como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas (1 Pedro 2, 25). El propio Pedro, que en su discurso después de haber recibido energía del Espíritu Santo el día de Pentecostés, tal como aparece en la primera lectura, anunció a Jesús resucitado como Señor y Mesías, había recibido de éste la misión de representarlo en la tierra como supremo pastor de su Iglesia, según nos lo cuenta en otro pasaje el Evangelio según san Juan: apacienta mis corderos (…), apacienta mis ovejas (Juan 21, 15-17). Este IV Domingo de Pascua o “Domingo del Buen Pastor” lo dedica la Iglesia Católica a celebrar la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Al celebrarse en esta fecha la 51ª edición de

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Charla Universidad Javeriana – Beca ACODESI

La Universidad Javeriana en su convenio con el colegio San José realizó una visita el día martes 8 de abril, con el fin de brindar una charla sobre la beca ACODESI para estudios de educación superior que se ofrece a los estudiantes del colegio. La conferencia tuvo lugar en el auditorio Pedro Arrupe, ubicado en la sección de preescolar. Ese mismo día, los estudiantes asistieron a la feria de universidades nacionales, en el colegio Karl C. Parrish, de 8:00 a 11:00 am.

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Charlas por áreas de conocimiento – Universidad Javeriana

En el marco del programa de orientación vocacional, que se desarrolla desde el SAE, el día martes 8 de abril, se llevaron a cabo en las instalaciones del colegio San José, un conjunto de charlas por áreas de conocimiento, organizadas por la Universidad Javeriana para los estudiantes de 10° grado, quienes están próximos a iniciar su último año escolar. Las charlas contemplaron 4 ejes de la educación superior: derecho, relaciones internacionales, ingenierías y ciencias económicas y administrativas. Los estudiantes podían elegir dos de las cuatro opciones posibles, y asistir a las charlas dictadas por profesionales que se desempeñan en las respectivas áreas de conocimiento mencionadas. Durante el desarrollo de cada charla, los profesionales en el área conversaban con los estudiantes las temáticas y materias que se dan en cada carrera, el perfil del profesional, el campo laboral en el que se desempeñarían a futuro, y además los estudiantes podían aclarar las dudas que se presentaran frente a los temas tratados.

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Día del Niño – Preescolar

El 30 de Abril en el Preescolar celebramos el día del niño, con un día recreativo y cultural donde los niños pudieron disfrutar y compartir con sus compañeros y profesores momentos inolvidables. Dentro de las actividades programadas estuvo una función de títeres, inflables, brinca brinca, pintucaritas, entre otros. Agradecemos a las familias de kinder 5 por su apoyo, ya que con el dinero recaudado del proyecto de emprendimiento apoyaron la actividad del día del niño. Escrito por: Maria Claudia Echeverría – Coordinadora de Bienestar Estudiantil Preescolar            

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Proyecto de emprendimiento de K5D – Preescolar

El pasado Viernes 25 de Abril, los niños de K5D, con apoyo de sus padres, realizaron el proyecto de emprendimiento, con motivo del Día de la Tierra, organizaron un cine y los niños vieron películas como: The Lorax y The Bee Movie. Los niños reconocieron la importancia de cuidar nuestro planeta y el hábitat de cada ser que en el vive. Además compartieron un jugo y crispetas. Que divertido! Escrito por: Maria Claudia Echeverría – Coordinadora de Bienestar Estudiantil Preescolar

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Mensaje del Domingo – Mayo 4

EL MENSAJE DEL DOMINGO III Domingo  de Pascua – Ciclo A      Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J.  Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traen ustedes mientras van de camino?» Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?» Él les preguntó: «¿Qué?» Ellos le contestaron: «Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.» Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes son para  creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque ya cae la tarde.» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»  Y, levantándose al momento, volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que decían: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.» Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan (Lucas 24, 13-35). Las lecturas de este domingo (Hechos 2, 14.22-33), Salmo 16 (15), 1ª Pedro 1, 17-21; Lucas 24, 13-35) nos invitan a meditar sobre el mensaje central de nuestra fe: Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, Dios hecho hombre, está vivo después de su muerte en la cruz y actúa por su Espíritu Santo. 1. “Jesús en persona se acercó y se  puso a caminar con ellos” Aquellos dos discípulos que se dirigían a Emaús no formaban parte de los doce iniciales o, mejor dicho, de los once que habían quedado después del suicidio de Judas Iscariote. Entre los seguidores de Jesús durante su vida terrena, además de los doce llamados apóstoles (término procedente del griego que significa enviados), hubo un buen número de hombres y mujeres. El propio Lucas, que no dice su propio nombre pero sí el de su amigo Cleofás, podría haber sido uno de los “otros 72 discípulos” (del latín discípuli que significa aprendices y corresponde al griego mathetoi), mencionados en el capítulo 10 de su Evangelio. Como a Lucas y Cleofás después de los hechos del Calvario, también a nosotros nos pueden surgir sentimientos de desánimo provenientes de experiencias dolorosas o de la sensación del fracaso, cuando las cosas no nos han salido como esperábamos. En medio de estas situaciones, Jesús resucitado viene a caminar con nosotros. A veces nos resulta inicialmente difícil reconocerlo, y por ello necesitamos de la fe para descubrir su presencia que puede manifestarse de muchas maneras, por ejemplo a través de una persona que nos quiere de verdad o de alguien que solicita nuestra atención. Pero es especialmente al celebrar la Eucaristía cuando Jesús nos sale al encuentro para que podamos escuchar y comprender en comunidad la Palabra de Dios y alimentarnos de ella. Esto es lo que ocurre en la primera parte de la Misa: escuchamos las lecturas bíblicas y Él mismo nos ayuda a entender su sentido en relación con nuestra vida. 2. “Quédate con nosotros…” Este es el título de la última carta apostólica que escribió el Papa San Juan Pablo II  al proclamar el año 2005 -último de su pontificado- como “Año de la Eucaristía”. Como los discípulos que se dirigían a Emaús, también nosotros necesitamos que el Señor permanezca con nosotros. Él ya se hizo presente en la historia humana como Palabra de Dios, mostrándonos con sus enseñanzas y su ejemplo el camino que nos conduce a la verdadera felicidad: el sendero de la vida  al que se refiere el Salmo responsorial de este domingo [Salmo 16 (15), 11]. Ahora es  necesario que Él mismo llene nuestra existencia alimentándonos con su propia vida resucitada. Por eso le decimos, como los discípulos de Emaús: “Quédate con nosotros”. Como se acostumbraba hacer con los huéspedes, al detenerse en una posada del camino aquellos dos discípulos le ofrecieron a quien todavía no habían reconocido un poco de pan y de vino. Nosotros, en el ofertorio de la Eucaristía, después de oír la Palabra de Dios, ofrecemos el pan y el vino que representan cuanto ha sido creado por Dios y fabricado por el trabajo humano para compartirlo como hermanos. Como ocurrió con los discípulos de Emaús, nuestra disposición a compartir nos prepara para reconocer la presencia real de Cristo resucitado entre nosotros y alimentarnos con su vida  nueva. 3. “Contaron lo que les había pasado y cómo lo habían reconocido al partir el pan” La fracción el pan era el nombre que

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