Colegio San José Barranquilla

NOTICIAS

El Mensaje del Domingo – 24 de marzo

Domingo de Ramos – Domingo de Pasión – Ciclo C Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo, Jesús echó a andar delante, subiendo hacia Jerusalén. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles: «Vayan a la aldea de enfrente; al entrar, encontrarán un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, contéstenle: “El Señor lo necesita”». Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el borrico, los dueños les preguntaron: « ¿Por qué desatan el borrico?» Ellos contestaron: «El Señor lo necesita». Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos y le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte, toda la multitud de sus  discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar  a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo: « ¡Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en lo alto!» Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Él replicó: «Les digo que, si éstos callan, gritarán las piedras» (Lucas 19, 28-40). La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, llamado también de Pasión. En este año el texto para la bendición de los ramos es del Evangelio de Lucas (19, 28-40), y en la Misa se toma del mismo Evangelio el relato de la pasión y muerte de Jesús (Lucas 22, 14 – 23.56), antecedido por un texto de Isaías (50, 4-7), otro del Salmo 22 (21) y otro de la Carta de san Pablo a los Filipenses (2,6-11). Centremos nuestra reflexión en tres temas: 1. De la aclamación “¡Bendito el Rey que viene…!” al grito “Crucifícalo” (Lc 19, 38) Jesús entra a Jerusalén,  no con arrogancia en un carro de guerra tirado por caballos, como lo hacían los ganadores de batallas militares o los emperadores,  sino manso y humilde, en son de paz y montando un asno, como lo había anunciado hacia el año 450 A.C. el profeta Zacarías (9,9): “Mira que tu rey vendrá a ti… pobre y sentado sobre un asno…” Jesús inicialmente es recibido por “la multitud de sus discípulos” como el Mesías prometido, descendiente del rey David. Pero también la mayoría de ellos lo abandonará, hasta salirse finalmente con la suya los fariseos y los sacerdotes del Templo, que provocarán la condenación de Jesús a la cruz. A la aclamación inicial -“Bendito el Rey que viene…”- le sucederá poco después el grito “Crucifícalo” (Lc 23, 20). Pero hay un detalle: el mismo Evangelio que al narrar el nacimiento de Jesús se había referido a los ángeles que cantaban “Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra…” (Lc 2, 14), evoca ahora una exclamación similar de la gente que lo recibe cuando entra en Jerusalén antes de su pasión: “¡Paz en el cielo y gloria en lo alto!” A este respecto comentó el anterior Papa Benedicto XVI en su homilía del Domingo de Ramos del año 2010: “Los ángeles habían hablado de la gloria de Dios en las alturas y de la paz en la tierra para los hombres a los que Dios ama. Los peregrinos en la entrada de la ciudad santa dicen: ‘Paz en el cielo y gloria en las alturas’. Saben muy bien que en la tierra no hay paz. Y saben que el lugar de la paz es el cielo”. Lo que aquí va implícito es por ello un anuncio de la resurrección gloriosa de Jesús, prenda de nuestra resurrección futura. 2. “Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes. Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes…” (Lc 22, 19-20) El relato de la pasión según san Lucas, comienza evocando la cena pascual que Jesús celebra con los doce apóstoles la víspera de su muertes, y en esta misma cena la institución del sacramento de la Eucaristía, “fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”, como dice el Concilio Vaticano II en su  Constitución sobre la Sagrada Liturgia. Dentro de la Semana Mayor, la Iglesia dedica la tarde del Jueves Santo a conmemorar especialmente tal institución de la Eucaristía como “sacramento de nuestra fe”. Como lo decimos inmediatamente después de la consagración del pan y del vino que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, es decir, en su vida entregada para nuestra salvación, la Eucaristía es el sacramento de nuestra fe en el que anunciamos su muerte, proclamamos su resurrección y expresamos nuestra esperanza en su venida gloriosa (ven, Señor Jesús). Y como actualización de su sacrificio redentor, este mismo sacramento es el signo del amor de Dios que como tal implica el mandamiento del amor: amor a Dios sobre todas las cosas que debe manifestarse en el amor al prójimo, no sólo como a nosotros mismos, sino como Él nos ha mostrado que nos ama: hasta la entrega de la propia vida. 3. “Realmente, este hombre era justo” Esta expresión, que corresponde en los dos Evangelios anteriores al reconocimiento de Cristo crucificado como Hijo de Dios (Mateo 27, 54 y Marcos 15, 39), la encontramos en el Evangelio según san Lucas  inmediatamente después de la exclamación final de Jesús: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23, 46). El título Hijo de Dios, que Jesús se había aplicado a sí mismo al responderles a quienes lo juzgaban en el Sanedrín (Lucas 22, 70), constituye a su vez un reconocimiento de su divinidad. Reconocer a Jesús como el hombre justo por excelencia es a su vez reconocerlo como el Hijo de Dios -con mayúscula-, porque la verdadera justicia, en el lenguaje bíblico, consiste en realizar la voluntad de Dios Padre que nos invita a ser solidarios con los que padecen la injusticia, hasta dar la vida si es

El Mensaje del Domingo – 24 de marzo Read More »

Outdoor training con el equipo de Primaria

La Coordinación de Gestión Humana del Colegio organizó para el equipo de profesores y personal administrativo de la Sección Primaria un entrenamiento al aire libre –outdoor training- con el objetivo de fortalecer  la armonía del equipo de trabajo y el espíritu de liderazgo para así lograr los objetivos del área, esto  por medio del juego como estrategia de aprendizaje experiencial. La actividad se realizó en el Centro Recreacional Turipaná el pasado viernes 15 de Marzo y contó con el apoyo de la empresa IQATRO, especialista en este tipo de entrenamientos con una propuesta innovadora para que a través de distintas dinámicas se pueda contribuir a la potenciación del personal.  

Outdoor training con el equipo de Primaria Read More »

La Asociación de Exalumnos celebró el Día de San José

Con una Eucaristía precedida por el P. Gabriel Jaime Pérez SJ, la Asociación de Exalumnos del Colegio celebró el pasado sábado 16 de marzo el Día de San José. Además de la festividad de San José, Patrono del Colegio, también se ofreció un brindis por el cumpleaños del Padre Gabriel Jaime y por el nombramiento del Papa Francisco – Jorge Mario Bergoglio SJ-, primer pontífice latinoamericano y jesuita. A la reunión asistieron exalumnos de distintas promociones del Colegio, amigos y allegados a la Institución, espacio que fue propicio para promocionar el VIII Congreso Mundial de Exalumnos Jesuitas que se realizará en la ciudad de medellin, así como las distintas actividades que A.S.I.A San José estará desarrollando durante este año.  

La Asociación de Exalumnos celebró el Día de San José Read More »

Declaración del P. General de la Compañía de Jesús

En nombre de la Compañía de Jesús doy gracias a Dios por la elección del nuevo Papa, Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J., que abre para la Iglesia una etapa llena de esperanza. Todos los jesuitas acompañamos con la oración a este hermano nuestro y le agradecemos su generosidad para aceptar la responsabilidad de guiar la Iglesia en un momento crucial. El nombre de “Francisco” con que desde ahora le conocemos, nos evoca su espíritu evangélico de cercanía a los pobres, su identificación con el pueblo sencillo y su compromiso con la renovación de la Iglesia. Desde el primer momento en que se ha presentado ante pueblo de Dios ha dado testimonio de modo visible de su sencillez, su humildad, su experiencia pastoral y su profundidad espiritual. “Es rasgo distintivo de nuestra Compañía ser un grupo de compañeros (…) unido con el Romano Pontífice con un vínculo especial de amor y servicio” (NC 2, n. 2). Por ello, compartimos la alegría de toda la Iglesia al tiempo que deseamos renovar nuestra disponibilidad para ser enviados a la viña del Señor, conforme al espíritu de nuestro voto especial de obediencia, que tan particularmente nos une con el Santo Padre (CG 35, D.1, 17). P. Adolfo Nicolás S.J. Superior General

Declaración del P. General de la Compañía de Jesús Read More »

Jorge Mario Bergoglio S.J. primer Papa latinoamericano

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, S.J., es el nuevo Papa de la Iglesia Católica y ha elegido para su pontificado el nombre de Francisco. A los 76 años, Francisco, se ha convertido en el sucesor de Benedicto XVI. Es miembro de la Compañía de Jesús y el primer Papa latinoamericano. Como arzobispo de Buenos Aires se destacó por su cercanía al pueblo y en especial a los pobres, dio ejemplo de vida austera y de cercanía con su clero. Francisco • Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina • Nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y fue ordenado Sacerdote el 13 de diciembre de 1969. • Fue Provincial y Maestro de Novicios en la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús. • Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Auca y Auxiliar de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992. • Consagrado Obispo en Buenos Aires el 27 de junio de 1992. • Nombrado Vicario Episcopal Zona Flores el 6 de julio de 1992 y Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires el 21 de diciembre de 1993. • Nombrado por el Papa Juan Pablo II Arzobispo Coadjutor de Buenos Aires el 03 de junio de 1997. Asumió como Arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998. • Creado Cardenal por el Papa Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero del 2001, con el título de San Roberto Belarmino. Fuente: Radio vaticana y otra Texto: Luz Mery Cortés

Jorge Mario Bergoglio S.J. primer Papa latinoamericano Read More »

El Mensaje del Domingo – 17 de marzo

Domingo V -Tiempo de Cuaresma – Ciclo C Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. Jesús se dirigió al Monte de los Olivos. Y por la mañana temprano fue otra vez al templo, y  todo el pueblo se reunió junto a Él. Él se sentó y se puso a enseñarles. Entonces los escribas y los fariseos le llevaron una mujer que habían sorprendido cometiendo adulterio, la colocaron en medio y le dijeron a Jesús: “Maestro, a esta mujer la sorprendimos en el momento mismo de cometer adulterio. En la Ley nos mandó Moisés que a esas personas hay que darles muerte apedreándolas. ¿Tú qué dices?” Esto lo decían para ponerle dificultades y tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir con el dedo en el suelo. Como ellos siguieron insistiendo con la  pregunta, Él se levantó y les dijo: “¡El que no tenga pecado, que le tire la primera piedra!”. Y se volvió a inclinar y siguió escribiendo en el suelo. Ellos, al oír esto, se fueron retirando uno por uno, comenzando por los más viejos; y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. Entonces se incorporó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te condenó?” Ella contestó: “Nadie, Señor”. Jesús le dijo: “Pues tampoco yo te condeno. Vete, y de ahora en adelante no peques más” (Juan 8,1-11). Durante su estadía en Jerusalén, Jesús solía ir con sus discípulos al Monte de los Olivos. Allí, cerca de la ciudad que puede contemplarse desde el huerto de Getsemaní, descansaba y oraba para recibir la energía espiritual que le hacía posible afrontar la oposición cada vez más intensa de los escribas o doctores de la ley, que en su mayoría pertenecían a la secta de los fariseos, los “incontaminados”, cumplidores fanáticos de las prescripciones de una legislación rigorista que hacían derivar de Moisés, pero que en realidad era el resultado de una concepción religiosa muy alejada del Dios misericordioso y liberador que se le había revelado al mismo Moisés doce siglos atrás. Y después de rehacer sus fuerzas con el descanso y la oración, Jesús bajaba con sus discípulos nuevamente a Jerusalén para enseñar con sus acciones y palabras a las gentes que acudían a verlo y oírlo cada día en mayor cantidad, hasta el punto de llegar a decir el evangelista que “todo el pueblo se reunió junto a Él”. Y lo que les enseñaba era justamente que Dios es un Padre compasivo, siempre dispuesto a perdonar a quien se acoja sinceramente a su misericordia. 1. “En la Ley nos mandó Moisés que a esas personas -las mujeres adúlteras- hay que darles muerte apedreándolas. ¿Tú qué dices?” Además de corresponder a una posición machista según la cual se condena la infidelidad conyugal de las mujeres y no la de los hombres, esta pregunta llevaba una intención malévola. Sí Jesús respondía que no estaba de acuerdo con apedrear a aquella mujer, se pronunciaría contra lo que mandaba supuestamente la “Ley de Moisés”; y si decía que estaba de acuerdo, se manifestaría en contra del gobierno imperial de Roma, que se reservaba el poder de condenar a muerte. La respuesta de Jesús implica un rechazo frontal a la pena de muerte y contrasta con la actitud de los escribas y fariseos que habían tergiversado la Ley de Dios con unas prescripciones contrarias a lo que Él había dicho varios siglos antes a través de sus profetas “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (Ezequiel 33, 11). ¿Sería esto lo que Jesús escribía en el suelo antes de contestarles?… 2. “¡El que no tenga pecado, que le tire la primera piedra!” ¡Cuántas veces se condena a las personas a la destrucción de sus posibilidades de redención, convirtiendo injustamente su existencia en un infierno sin salida! Nadie tiene derecho a destruir la vida de otros sobre la base de haber éstos cometido determinados delitos, por graves que sean. Quienes los hayan cometido, en la medida en que han afectado a otras personas, deben reconocer y reparar en lo posible los daños que ha causado su comportamiento, pero su derecho a la vida sigue vigente a pesar de las posiciones propias de aquella supuesta justicia basada en el imperio de la venganza que, al destruir la vida humana, en lugar de resolver los problemas, los agrava más y más. Hay un detalle significativo: “se fueron retirando uno por uno, comenzando por los más viejos”. El Evangelio parece querer decirnos que, cuanto más se vive, más se debe vencer la tendencia a juzgar y condenar a los demás, reconociendo cada cual su propia condición de pecador y disponiéndose a reformar su propia vida en lugar de querer acabar con la de los demás. 3. “Pues tampoco yo te condeno. Vete, y de ahora en adelante no peques más” Se suele confundir a la adúltera de este relato con otra mujer cuyo nombre tampoco se menciona y que unge con perfume los pies de Jesús (Marcos 14, 3-8, Mateo 26, 6-13, Lucas 7, 36-50), y que en el pasaje de Lucas es caracterizada como una mujer de mala vida y arrepentida. A ambas se las suele también identificar con María Magdalena, otra mujer distinta de las anteriores, que acompañó a Jesús y sus discípulos en Galilea, que había sido curada por Jesús (Lucas 8, 2), que luego estaría presente en su crucifixión y sería la primera en verlo resucitado. Pero, más allá de estas distinciones, el mensaje central es el mismo: el Dios que se nos ha revelado personalmente en Jesús de Nazaret no es un juez condenador, sino un Padre siempre dispuesto a perdonar y a ofrecerle un porvenir nuevo a quien reconoce su necesidad de salvación. Este mensaje implica una invitación a mirar el futuro con esperanza: “No se queden recordando lo antiguo… ya que voy a hacer algo nuevo” (1ª lectura: Isaías 43, 16-21)… “Quedaré a paz y salvo con Dios no por mis  propios méritos y basado en la ley, sino

El Mensaje del Domingo – 17 de marzo Read More »

1
Scan the code