Por: Diana Quintero Acosta, Comunicadora y Promotora Institucional – Colegio San José
¡Acompáñenos a ver esta historia que nos conmueve! Es la de nuestro exalumno William Eduardo Torres Castillo, Prom 2003. (@williamtorres2311 en Instagram y @WilliamTorres23 en Twitter). Una historia de solidaridad, misericordia, perdón y reconciliación.
William se ganó un super premio: el corazón de los twitteros e instagramers de Colombia pues ha sido tendencia en esas redes sociales a nivel nacional, gracias a su espíritu altruista, que en palabras suyas alude a lo aprendido en su Colegio San José. Hecho que nos anima a seguir brindando una formación integral, basada en la espiritualidad ignaciana.
¿Pero qué fue lo que hizo William, se preguntarán? ¡Ok! Se lo contaremos.
Todo sucedió así: En Twitter, el 11 de mayo, René Jassir Lapeira compartió la necesidad de Jorman Ceballos, un joven venezolano, domiciliario de Rappi en Barranquilla, quien fue víctima del robo de su bicicleta, su medio de trabajo y transporte en la difícil situación de la cuarentena, y a quien fue encontrado llorando desesperado. Ante ello, René sugería “Tal vez alguien tenga una bicicleta en su casa que no use y que para él será su sustento”.
Como respuesta a ese trino William contestó: “Ya me pusé en contacto con Él, yo tengo una bicicleta en mi casa que no uso y se la voy a regalar, ya viene para mi casa. ¡Gracias por compartir la información!” Y luego de cumplido su propósito, twitteó agregando: “Ya Jorman vino a mi casa, ya se llevó mi cicla y va a seguir trabajando. Ah y también se comprometió a llevar un mercado a alguien que lo necesite. Una historia triste terminó en final feliz.”
Posterior a ello, compartió el lema del Colegio San José “Ser más para servir mejor” y el de la Compañía de Jesús “En todo amar y servir”.
Lo curioso es que esto, sucedió precisamente en medio de la polémica con los domiciliarios de Rappi y los de otras empresas del gremio, por su cuestionado servicio en el Día de la Madre, y que ante esto William recordó a la sociedad, y sin proponérselo, que con su acto de misericordia todos merecen una segunda oportunidad.
Gracias William por hacer sentir a tu Colegio San José que la educación brindada ¡ha valido la pena!
Sigue llevando el legado ignaciano como faro altivo. No te canses de hacer el bien, sin mirar a quien.
¡Dios te bendiga!