Colegio San José Barranquilla

Colegio San José

SAE para papás: Aprendizaje

LEGOS: Pilares de la Niñez y Habilidades Matemáticas.   El razonamiento espacial, o la capacidad cognitiva de resolver problemas al imaginar objetos mentalmente, ha demostrado ser un buen predictor del futuro desempeño de un niño en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por su sigla en inglés). Recientes investigaciones demuestran que las primeras experiencias, como jugar con bloques y armar puzles, pueden influir en el razonamiento espacial de un niño de tan solo 3 años de edad. Los resultados, publicados en la revista Child Development (Desarrollo Infantil), revelaron que inclusos niños en edad prescolar poseen habilidades de construcción espacial, y que estas se relacionan con habilidades matemáticas emergentes. Las actividades espaciales, tales como construcción con bloques, requieren que los niños distingan características singulares del objeto dado (ex. “¿Es grande o pequeño?”), al tiempo que deben determinar la relación entre varios objetos (ex. “¿Este está al lado o sobre este otro?”). Los pequeños constructores deben examinar los diferentes elementos y posicionarlos, de manera dinámica, en nuevas combinaciones espaciales. El resolver problemas matemáticos complejos también se basa en habilidades de razonamiento espacial. A pesar de que los investigadores aún no logran dilucidar la relación exacta que existe entre el aprendizaje matemático y las habilidades espaciales, sí ofrecen cierta evidencia de por qué estas áreas guardan una relación. En primer lugar, antes de que los niños comiencen a hablar, suelen utilizar estrategias para “contar” diversos objetos. En segundo lugar, la habilidad espacial de un niño juega un papel importante en que tan bien logran entender secuencias numéricas y la distancia entre números representados en un mapa. A fin de examinar esta relación entre razonamiento matemático y espacial, los investigadores pusieron a niños prescolares (entre 38 y 48 meses de edad) a realizar tareas de ensamblaje de bloques y pruebas matemáticas. De manera adicional, sus padres completaron cuestionarios acerca de términos de relaciones espaciales que eran utilizados con sus hijos en el hogar, tales como entre, debajo, sobre, y esquina. Durante las tareas de ensamblaje de bloques, los investigadores utilizaron grandes bloques de plástico dado que son más adecuados para niños pequeños. Para cada tarea, los niños fueron evaluados individualmente y asignados diferentes piezas de manera aleatoria. La consigna consistía en reconstruir el modelo dado. Los niños podían tomar el modelo y examinarlo, al tiempo que eran disuadidos de jugar con él. Una vez terminado, los niños eran introducidos a la siguiente tarea de ensamblaje. Los niños recibieron las mismas 6 tareas, en el mismo orden, empezando con el más simple y progresando hacia modelos más complejos. Los resultados demostraron que casi todos los participantes lograron recrear aquellos modelos de dos piezas. El éxito alcanzado por los niños en las primeras dos tareas es indicativo de la posesión de habilidades motoras y su capacidad de distinguir entre colores y tamaños. Los prescolares comenzaron a perder puntos cuando las tareas involucraban más piezas y, por ende, habilidades más avanzadas de contado y medición. El ensamblaje de bloques a menudo requiere que los niños comprendan que los bloques más grandes están formados a partir de piezas más pequeñas. Los prescolares presentaron mayores dificultades para contar unidades cuando las tareas requerían alternar entre las partes y la totalidad del modelo. Comprender estos conceptos es fundamental para sentar las bases del razonamiento matemático con fracciones, volumen, áreas, y el contado de unidades. Además, los investigadores encontraron una correlación entra la habilidad espacial de los niños y el uso de términos de relación espacial por parte de los padres en el hogar. Aquellos padres que utilizaron términos tales como “arriba”, “abajo”, “entre”, “cerca” con sus hijos de entre 14 y 46 meses de edad, afectaron sus habilidades espaciales posteriores, a la edad de 54 meses. Esta investigación demuestra la importancia de proporcionar a los niños pequeños con actividades espaciales durante el desarrollo temprano. Los padres pueden guiar a sus hijos a través de actividades con bloques de construcción mediante el uso de lenguaje espacial y ayudarlos a contar y medir. Peer-reviewed journal reference: Verdine, Brian N. et al. 2013. “Deconstructing Building Blocks: Preschoolers’ Spatial Assembly Performance Relates to Early Mathematical Skills.” Child Development (early release). Fuente: http://neuronetlearning.com/blog/es/legos-pilares-de-la-ninez-y-habilidades-matematicas/

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Nuestra Selección Infantil de Fútbol Campeones en los BIS GAMES 2015

Con motivo de la XXXIV Aniversario del British International School el pasado 24 de enero se llevó a cabo en sus instalaciones los BIS GAMES 2015, en donde bajo el acompañamiento del entrenador Bismark Santiago nuestros estudiantes participaron en las modalidades de Fútbol Masculino y Voleibol Femenino obteniendo los siguientes reconocimientos: Fútbol Masculino: Campeones y Valla Menos Vencida. Voleibol Femenino: Sub-campeones. ¡Felicitaciones a nuestros estudiantes!

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El Mensaje Del Domingo 15 de Febrero

VI Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo un leproso se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!” Al momento se le quitó la lepra al enfermo y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho: “Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes”. Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo. (Marcos 1, 40-45). Los Evangelios narran los milagros de Jesús para indicar que en Él se hace presente el Reino de Dios, es decir, el poder del Amor infinito que sana y renueva a toda persona que cree y se deja transformar por su acción salvadora, encarnando a un Dios compasivo e invitándonos con su ejemplo a tener sus mismos sentimientos. Veamos lo que nos enseña hoy el relato de la curación de leproso, teniendo en cuenta también las otras lecturas. [Levítico 13, 1-2.44-46; Salmo 32 (31); 1 Corintios 10, 31 – 11,1]. 1.- Jesús se opone a la marginación social de los seres humanos   La enfermedad en general, tanto en el Antiguo Testamento como en la época de la vida terrena de Jesús, era considerada como una consecuencia del pecado de quien la sufría, o de sus padres, o de sus antepasados. Pero había entre todas una enfermedad específica que se concebía como la peor: la lepra. El Levítico, nombre derivado de Leví, uno de los doce hijos del patriarca Jacob y que dio origen a los “levitas”, dedicados al culto religioso y al servicio del templo, es uno de los cinco libros que componen la “Torá”, término hebreo que designa al conjunto de los textos sagrados referentes a la “Ley”. Este libro, atribuido a Moisés pero escrito en realidad unos siete siglos después de él, en el V antes de Cristo, y que pertenece a la tradición bíblica llamada “sacerdotal”, contiene en sus capítulos 13 y 14 unas prescripciones que expresan el rechazo que causaba la lepra en la antigüedad y la marginación a la que eran sometidos quienes la padecían, debido a una concepción cultural que, además del temor al contagio, asociaba esa enfermedad con el pecado. Por eso, para entender ciertos pasajes como el de la primera lectura de hoy, es importante tener en cuenta que en la Biblia, si comparamos los textos del Antiguo Testamento con los del Nuevo, se refleja una evolución en la forma de entender las situaciones humanas, con respecto a las cuales Jesús muestra una actitud totalmente distinta de la tradicional hacia quienes, por una enfermedad como la lepra -que era algo así como el sida de aquel tiempo-, eran rechazados y excluidos de la sociedad.  2.- Jesús revela la cercanía y la acción compasiva de Dios en favor de los excluidos Una de las características del comportamiento de Jesús es su disposición constante a acercarse y acoger a quienes eran rechazados por los que se creían “puros” y se apartaban de los enfermos para así permanecer supuestamente “incontaminados”. Jesús, al contrario de éstos, se acerca a todos los que sufren, cualquiera que sea su condición. En el relato que nos trae hoy el Evangelio podemos apreciar precisamente cómo Jesús deja que el leproso se le acerque. Esta forma de actuar era inconcebible para sus contemporáneos, sobre todo para quienes se preciaban de seguir a la letra las prescripciones rituales: los sacerdotes y demás ministros del antiguo culto religioso hebreo, como también los “doctores de la Ley”. Pero no sólo deja que se le acerque y le diga “si quieres puedes limpiarme” -un acto humilde de fe en el poder sanador de Jesús-, sino, además, sintiendo compasión, extendió la mano y lo tocó diciendo: “quiero, queda limpio”, manifestando así que la cercanía sanadora de Dios es un hecho palpable y transformador para toda persona que reconoce su necesidad de ser liberada del mal. Es más: al tocar al leproso, Jesús estaba contraviniendo la norma que mandaba no tener contacto con quienes padecían la lepra, y con este gesto indica hasta dónde llega la misericordia divina: hasta pasar por encima de los ritos tradicionales para sanar al que sufre y reincorporarlo a la vida social. 3.- Jesús no quiere que se confunda su misión con la de un milagrero explotador Marcos es el que más insiste en lo que los estudiosos de los textos evangélicos llaman “el secreto mesiánico”, consistente en la orden que Jesús les daba, a las personas que había curado, de no divulgar sus milagros (“No se lo digas a nadie”, le ordena a quien ha sido sanado de la lepra). Con esta prohibición, trataba de evitar que sus hechos fueran malinterpretados en el sentido de un falso mesianismo, totalmente opuesto a la forma en la que Él entendía su misión. Sin embargo, quienes eran sanados no se aguantaban las ganas de proclamar lo que Él había hecho en su favor, de tal modo que, como cuenta el Evangelio, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios. Lo que quiere mostrar el evangelista es que Jesús no quería ser confundido con un curandero mágico como tantos que explotan a la gente con fines de lucro personal. El relato de la curación del leproso es una muestra de hasta dónde llega la compasión del Dios revelado en Jesús: hasta compartir Él mismo la suerte de los marginados. ¿Cuál es nuestra actitud con respecto a los que sufren? Hay situaciones que pueden ser resultado de comportamientos de los cuales son responsables quienes las padecen, pero también puede haber otras causas, y de

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Así se vivió el Campamento Misión en Navidad 2014

Como ya es tradición en nuestro colegio, durante los tiempos fuertes de la iglesia Católica, llevamos a cabo el Campamento Misión. Este es el segundo año que venimos siendo acogidos por la comunidad de Aguadas de Pablo (Parroquia de Manatí – corregimiento de Sabanalarga). Desde el 17 al 22 de diciembre de 2014, un grupo de 15 estudiantes de nuestro colegio, 4 estudiantes del colegio Aluna de Fe y Alegría, acompañados por Paula Aya (exalumna 2014), Mary Cantillo (Fe y Alegría), Adreyna Pedrozo, Juan Pablo Rodriguez, el profesor Mauricio Naranjo, Jhon Jaime García y el Padre José Rafael Garrido SJ. vivieron la experiencia de hacer una novena de navidad acompañando a esta comunidad campesina y salir con el corazón enriquecido por las sonrisas de los niños, el cariño de las familias y la celebración sencilla de la fe, hacen de esta experiencia de Campamento Misión, una de las más significativas para nuestros estudiantes en el bachillerato. Desde ya hacemos la invitación para que participen en el Campamento Misión de Semana Santa 2015.

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El Mensaje Del Domingo 25 de Enero

III Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo, después de que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.” Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús: Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él. Poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús.(Marcos 1, 14-20). El Evangelio según san Marcos, que fue el primero en escribirse de los cuatro que contiene el Nuevo Testamento y del cual se toman la mayoría de las lecturas evangélicas dominicales de todo este año litúrgico, nos presenta hoy el comienzo de la predicación de Jesús. Las otras lecturas bíblicas [Jonás 3, 1.5-10; Salmo 25 (24), 1 Corintios 7, 29-31] nos pueden ayudar a complementar nuestra reflexión sobre el sentido del mensaje central de este domingo: la Buena Noticia que proclama Jesús, consistente en la llegada y cercanía del Reino de Dios, para cuyo establecimiento y desarrollo llama como colaboradores a sus primeros discípulos. 1.- “Se ha cumplido el plazo, el Reino de Dios está cerca” Esta es la primera frase que pronuncia Jesús al iniciar su predicación, según nos cuenta el Evangelio. Dios había prometido a través de los profetas del Antiguo Testamento que vendría un “Mesías” (término proveniente del hebreo que corresponde al del griego “Cristo” y significa “Ungido”), un hombre consagrado por Él para establecer su reinado en la tierra, es decir, para hacer presente en medio de la humanidad el poder de su amor, un amor capaz de liberarnos de la injusticia y de todas las demás formas de violencia si lo acogemos con fe y nos alineamos con su proyecto de construcción de una nueva forma de relacionarnos los unos con los otros, como hermanos, porque somos todos hijos del mismo Creador.. Lo que Jesús proclama es que el tiempo de la realización de aquellas profecías ya ha llegado con Él mismo, lo cual es una buena nueva, una buena noticia, que es lo que significa el término “evangelio” proveniente del griego, la lengua en que se escribieron los textos del Nuevo Testamento. Pero, además, hay un detalle: Jesús proclama y revela, no sólo con su discurso sino con su forma de actuar, a un Dios que está cerca, que ha querido llegar hasta nosotros, un Dios próximo, muy diferente del distante y lejano que concebían las filosofías y religiones paganas. En Jesús llega a su plenitud la manifestación personal del mismo Dios que doce siglos atrás se había revelado a Moisés para decirle que había “bajado” a liberar a su pueblo de la esclavitud (Éxodo 3, 7-8; 13-15), y que en el siglo VIII a. C. había sido anunciado como el Emmanuel o “Dios-con-nosotros” (Isaías 7, 14).   2.- “Conviértanse y crean en el Evangelio” Inmediatamente después de la proclamación de la cercanía y llegada del Reino de Dios, Jesús invita a sus oyentes a la conversión y a la fe en la Buena Noticia. Hay un contraste muy claro entre el contenido de la predicación de Jonás en el Antiguo Testamento, que se nos presenta en la primera lectura de este domingo, y la predicación de Jesús. Jonás profiere una amenaza de destrucción, Jesús proclama una noticia alegre y constructiva. Si bien el Dios que se manifiesta en el relato de la predicación de Jonás en la capital del reino de Asiria, al norte de Israel, es un Dios compasivo que “se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó”, el Dios revelado por Jesús -que es el mismo del relato del libro de Jonás- ya no se presenta bajo el signo de la amenaza, sino invitando a colaborar con Él en la construcción de su Reino. Se trata de una invitación dirigida también a nosotros para que cambiemos las actitudes egoístas por una nueva forma de vida en la que le abramos libremente a Dios, en nuestra existencia personal y en nuestro entorno social, el espacio necesario para que el poder de su amor actúe constructivamente en nosotros y en nuestra sociedad. 3.- Les dijo: “Vengan conmigo”… Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron El domingo pasado el Evangelio según san Juan nos presentaba el relato del inicio de la vocación los tres primeros discípulos de Jesús: Juan, Andrés y Simón Pedro. El Evangelio según san Marcos nos cuenta hoy la definición del llamamiento que el propio Jesús les hizo a los mismos tres primeros y otro más: Santiago, el hermano de Juan. La definición del llamamiento es clara y directa: “Vengan conmigo”. Pero no es una orden, es una invitación, una propuesta. Y aquellos pescadores fueron de tal modo atraídos por la invitación que Jesús les hizo, que “inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”. También nosotros, cada cual en sus circunstancias concretas, somos invitados por el Señor -y esa invitación puede estar repitiéndose aquí y ahora- a seguirlo de determinada manera, en un estado de vida específico para contribuir al establecimiento del Reino de Dios en el entorno social concreto en el que nos corresponde vivir. Para que ese seguimiento sea una realidad, tenemos que “dejar las redes”, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, es decir, deshacernos de todo cuanto nos “en-reda” y por lo mismo nos impide emprender el camino que Dios nos indica. “La vida es corta” y “este mundo es pasajero”, dice n la segunda lectura el apóstol san Pablo

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Participación en el Torneo Nacional de Voleibol – Ubaté 2014

Del 16 al 22 de noviembre del presente año tres de nuestras estudiantes de la categoría infantil: Camila Rocha, María Angélica García y Andrea Duque, tuvieron la oportunidad de participar en el Torneo Nacional de Voleibol, en el Municipio de Ubaté (Cundinamarca) representando al Departamento de Bolívar. Torneo en el cual fue escogida la estudiante María Angélica García como parte de la Selección Colombia de Voleibol para representarnos en el Torneo Suramericano en el 2015, y una gran oportunidad para que nuestras estudiantes sigan creciendo integralmente.

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El Mensaje Del Domingo 14 de Diciembre

III Domingo de Adviento – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J.   Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo para que diera testimonio de la luz y todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino enviado a dar testimonio de la luz. Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judíasenviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él. Y él confesó claramente: “Yo no soy el Mesías”. Le volvieron a preguntar: “¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?”Juan dijo: “No lo soy”. Ellos insistieron: “Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?”Contestó: “No”. Le dijeron: “¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías”.Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: “Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?” Juan les contestó: “Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno a quien no conocen, que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania,al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando (Juan 1, 6-8.19-28). En los textos bíblicos de este domingo [Isaías 61, 1-2.10-11; Alabanza de María (Lucas 1, 46-54);1 Tesalonicenses 5,16-24; Juan 1, 6-8.19-28] encontramos una triple invitación: a estar siempre alegres, a reconocer al Señor que viene a nosotros y a disponernos para el encuentro definitivo con Él. Preguntémonos cómo podemos responder en este tiempo del Adviento, cuando nos acercamos a la Navidad. 1.- Una invitación a estar siempre alegres en Dios, nuestro salvador La profecía del libro de Isaías en el siglo VI antes de Cristo, el canto de María Santísima -que se recita como salmo responsorial- y la primera carta de san Pablo escrita a los cristianos de Tesalónica en Grecia, hacen énfasis en la alegría como característica de la fe y la esperanza en Dios.  Desbordo de gozo y alegría en el Señor, dice el profeta; se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, exclama María; vivan siempre alegres, escribe Pablo, quien asimismo les haría después una exhortación similar a los cristianos de Filipos en Macedonia: “estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres” (Filipenses 4, 4-5). Diciembre es un mes de alegría. Pero ¿qué clase de alegría? Para muchos, las fiestas navideñas consisten en el consumo desbocado de licor, las comilonas, la bulla. Pero ahí no está la verdadera alegría, es un gozo aparente y vacío debido a la ausencia de los valores espirituales. La alegría auténtica es aquella que surge del descubrimiento de la presencia salvadora del Señor en nuestra vida cuando acogemos con todo nuestro ser a Aquél que, tal como lo dijo el profeta, vendría a anunciar la “Buena Noticia”, a sanar, a proclamar el perdón, la libertad y el verdadero amor. Esta Buena Noticia (que es lo que originariamente significa en griego la palabra Evangelio) va dirigida con preferencia a los pobres y a todos los que se reconocen necesitados de salvación. Y Dios mismo nos invita a comunicarla a nuestro alrededor, practicando la justicia e identificándonos con su amor tal como éste se nos ha manifestado en nuestro Señor Jesucristo. 2.- Una invitación a reconocer al Señor que viene a nosotros En el Evangelio, los sacerdotes y levitas, es decir los encargados del culto en el Templo de Jerusalén, que por su oficio se supone que estaban llamados a reconocer la presencia de Dios, le preguntan a Juan el Bautista quién es -cuál es su misión-, y él les responde con una invitación a descubrir esa presencia y su acción salvadora en Jesús de Nazaret: “entre ustedes hay uno a quien no conocen”. Esta misma invitación llega hoy también a nosotros. ¿Realmente reconocemos su presencia? La respuesta a esta pregunta no será correcta si no sabemos descubrirlo en quienes Él nos dijo que estaría siempre: en los pobres, en los necesitados. Por eso, para celebrar auténticamente la Navidad, nuestra conducta debe mostrar que lo reconocemos no sólo en su vida terrena hace poco más de dos mil años, no sólo en la acción de su Espíritu Santo hoy a través de la Iglesia y los sacramentos, sino también y especialmente en las personas por las que Él mostró su preferencia: los rechazados, los marginados, los desposeídos, las víctimas de la injusticia y de la violencia. ¿Qué hemos hecho, qué estamos haciendo, qué podemos y debemos hacer por ellos? 3.- Una invitación a disponernos para el encuentro definitivo con el Señor Durante todo el Adviento, la preparación para celebrar la venida del Señor que se hizo presente en medio de la humanidad con el nacimiento de Jesús, va unida a la expectativa de su llamada “segunda venida” o “venida gloriosa” al final de los tiempos. Tanto en el conjunto de las lecturas bíblicas como en los “prefacios” o introducciones a la plegaria eucarística de la consagración del pan y del vino que se convierten para nosotros en el cuerpo y la sangre, en la vida del Señor que se hace presente para alimentarnos y hacernos comunidad con Él y entre nosotros, aparece durante este tiempo litúrgico la unión entre la conmemoración de la primera venida de Cristo en la humildad de nuestra carne y la esperanza activa en su venida gloriosa y definitiva, que para cada uno de nosotros sucederá cuando pasemos de este mundo a la eternidad. Tal esperanza activa consiste precisamente en comportarnos de tal modo “que todo nuestro ser (…) se conserve sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo”, como escribe san Pablo en la segunda lectura. Para ello es necesario, como dice también en el mismo texto bíblico el apóstol, orar sin cesar, no impedir la acción del Espíritu Santo, discernir para retener lo bueno y abstenerse

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Campaña Ecológica en Nuestro Colegio

Desde hace unos meses el grupo apostólico y ecológico Asís ha venido liderando unas campañas de recolección con fines ambientales y sociales. Con TAPAS PARA SANAR (www.sanarcancer.org) y PILAS CON EL AMBIENTE (www.pilascolombia.com), el colegio San José ha querido unirse a estas iniciativas que hay en nuestro país y tratar de ser coherente con la propuesta de ser un COLEGIO VERDE. Gracias al aporte de muchos de ustedes, tapa a tapa y pila a pila, el pasado viernes 28 de noviembre hemos hecho entrega de cuatro canecas llenas de tapas y dos botellas llenas de pilas en los respectivos puntos de recolección. No es una cantidad muy grande, pero con este pequeño aporte y lo que seguiremos aportando en adelante, esperamos seguir creando conciencia ambiental entre nosotros. Los invitamos a seguir trayendo desde sus casas las pilas y las tapas que ya hayan usado, de modo que reduzcamos la contaminación y seamos más responsables con el cuidado del medio ambiente.

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Únete a la “Juguetón” 2014

  Como un gesto de la solidaridad y el compromiso cristiano con las familias menos favorecidas, realizaremos la tradicional campaña “juguetón”. Se hará una sola colecta grande en todo el colegio y lo que se recoja será repartido entre las siguientes comunidades: Fe y Alegría, Santa Lucía y Aguadas de Pablo (Manatí). Los juguetes deben ser nuevos y no venir envueltos en papel de regalo. Deben ser juguetes que no requieran pilas o baterías para su funcionamiento y preferiblemente elementos deportivos o recreativos (no armas, espadas, ni juguetes que inciten a la violencia). Estaremos recibiendo sus donaciones en las oficinas de Pastoral del colegio. Invitamos a toda la familia San José a unirse en este gesto de solidaridad como parte del tiempo de preparación para el nacimiento del Niño Jesús.

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El Mensaje Del Domingo 7 de Diciembre

II Domingo de Adviento – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Sucedió como está escrito en el libro del profeta Isaías: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor! ¡Ábranle vías rectas!” Así se presentó Juan Bautista en el desierto, llamando a todos a convertirse y a bautizarse para obtener el perdón de los pecados. Y empezó a acudir a él gente de toda Judea y todos los habitantes de Jerusalén; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río Jordán. Juan tenía una capa hecha de pelo de camello, de la cintura para abajo llevaba una prenda de cuero y comía langostas y miel silvestre. En su predicación decía: “Detrás de mí viene el que es más poderoso que yo. Ni siquiera yo merezco agacharme a desatarle la correa de las sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los va a bautizar con Espíritu Santo” (Mc 1, 1-8). El Reino de Dios que viene en la persona de Jesús, cuyo nacimiento nos disponemos a celebrar, es la presencia del poder de su amor que nos libra de toda esclavitud. Para que esta liberación llegue efectivamente a nosotros es necesario que le preparemos el camino al Señor, procurando llevar una vida con la cual demos testimonio de nuestra esperanza. Este es, en síntesis, el mensaje que nos trae el Evangelio de hoy (Marcos 1, 1-8), lo mismo que las demás lecturas bíblicas de este II Domingo de Adviento [Isaías 40, 1-5; Salmo 85 (84); II Carta de san Pedro 3, 8-14]. 1. “Consuelen a mi pueblo, háblenle con cariño, díganle que su esclavitud terminó” El libro profético que lleva el nombre de Isaías fue escrito por tres autores distintos. La primera parte (capítulos 1 a 39) es del propio profeta cuya predicación comenzó hacia el año 740 a. C. La segunda (capítulos 40 a 55) es de otro autor de la escuela de Isaías y fue escrita cuando estaba por concluir el destierro de los judíos en Babilonia, que duró del año 578 al 538 a. C.; la tercera (capítulos 56 a 66), perteneciente a un autor de la misma escuela, fue redactada en la época inmediatamente posterior a dicho destierro. La primera lectura corresponde al inicio de la segunda parte, que empieza con una voz de consuelo. Por eso, y por el tema que desarrolla, esta parte se denomina Libro de la Consolación de Israel. Los maestros espirituales posteriores a Jesucristo, como san Ignacio de Loyola, llaman consolación al estado de gozo espiritual producido por un sentimiento vivo de la presencia de Dios que nos abre a la esperanza, todo lo contrario a la desolación, en la cual se experimentan la tristeza y el desánimo. En el Adviento se nos invita a disponernos para vivir la alegría espiritual que surge de nuestra fe en Dios que nos ama y nos habla al corazón, ofreciéndonos su consuelo en medio de las situaciones difíciles. Él mismo en persona vino en el pasado, sigue viniendo ahora y vendrá al final de los tiempos para liberar a todo ser humano dispuesto a recibirlo de todo cuanto le impide ser verdaderamente feliz. Y es significativo a este respecto el empleo que el libro de Isaías hace de la imagen del pastor que recoge los corderos y las ovejas para reunirlas y cuidarlas. 2. “Una voz grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor!” En el Evangelio, Juan Bautista, el precursor de Jesús, invita a sus contemporáneos a la conversión y los bautiza a orillas del río Jordan, en el desierto de Judea. En él reconocieron los primeros cristianos la voz que grita en el desierto anunciada cinco siglos y medio antes por el texto profético del “segundo Isaías”. Y es enormemente significativo que sea en el desierto, símbolo de todos los desapegos, y junto a las aguas refrescantes del río, donde se empieza a anunciar la venida del Señor. En la antigüedad, cuando un rey o un jefe derrotaban a sus enemigos, su pueblo les preparaba un camino por el que llegaban en marcha triunfal haciendo su entrada gloriosa en la ciudad. Tanto el texto profético del libro de Isaías como los cuatro evangelios -este domingo el de Marcos-, que fue el primero que se escribió, hacia el año 60 de la era cristiana-, emplean la misma imagen para significar la disposición interior con la cual se nos invita a prepararnos para que la presencia salvadora del Señor llegue efectivamente a cada uno de nosotros. El camino que Juan Bautista invita a preparar consiste básicamente en reconocer que necesitamos ser liberados de todo tipo de esclavitud, empezando por la de nuestro propio egoísmo, la de nuestros apegos o afectos desordenados que nos atan y nos impiden llevar una vida rectamente orientada al advenimiento del “Reino de Dios” mediante el cumplimiento de su voluntad. Se trata de remover los obstáculos con los cuales podemos estarle cerrando el camino al Señor: “que los valles se levanten, que los montes y las colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale”. 3.- “Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia” Los primeros cristianos fueron descubriendo que la llamada “venida gloriosa del Señor” -es decir, el retorno futuro de Jesús resucitado- no sucedería tan pronto como ellos lo habían pensado en un principio. La segunda carta de Pedro, atribuida al apóstol de este nombre pero cuya autoría por parte de él es discutida por los estudiosos de la Biblia, fue escrita probablemente entre finales del siglo I y comienzos del II d. C. Sin embargo, ha sido reconocida por la Iglesia Católica como en un escrito “canónico” -y por lo tanto inspirado por Dios- y presenta una reflexión que llega hoy hasta nosotros en la segunda lectura, expresando un profundo sentido de esperanza con base en

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