Colegio San José Barranquilla

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Nuestra Selección Infantil de Fútbol Campeones en los BIS GAMES 2015

Con motivo de la XXXIV Aniversario del British International School el pasado 24 de enero se llevó a cabo en sus instalaciones los BIS GAMES 2015, en donde bajo el acompañamiento del entrenador Bismark Santiago nuestros estudiantes participaron en las modalidades de Fútbol Masculino y Voleibol Femenino obteniendo los siguientes reconocimientos: Fútbol Masculino: Campeones y Valla Menos Vencida. Voleibol Femenino: Sub-campeones. ¡Felicitaciones a nuestros estudiantes!

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El Mensaje Del Domingo 15 de Febrero

VI Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo un leproso se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!” Al momento se le quitó la lepra al enfermo y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho: “Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes”. Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo. (Marcos 1, 40-45). Los Evangelios narran los milagros de Jesús para indicar que en Él se hace presente el Reino de Dios, es decir, el poder del Amor infinito que sana y renueva a toda persona que cree y se deja transformar por su acción salvadora, encarnando a un Dios compasivo e invitándonos con su ejemplo a tener sus mismos sentimientos. Veamos lo que nos enseña hoy el relato de la curación de leproso, teniendo en cuenta también las otras lecturas. [Levítico 13, 1-2.44-46; Salmo 32 (31); 1 Corintios 10, 31 – 11,1]. 1.- Jesús se opone a la marginación social de los seres humanos   La enfermedad en general, tanto en el Antiguo Testamento como en la época de la vida terrena de Jesús, era considerada como una consecuencia del pecado de quien la sufría, o de sus padres, o de sus antepasados. Pero había entre todas una enfermedad específica que se concebía como la peor: la lepra. El Levítico, nombre derivado de Leví, uno de los doce hijos del patriarca Jacob y que dio origen a los “levitas”, dedicados al culto religioso y al servicio del templo, es uno de los cinco libros que componen la “Torá”, término hebreo que designa al conjunto de los textos sagrados referentes a la “Ley”. Este libro, atribuido a Moisés pero escrito en realidad unos siete siglos después de él, en el V antes de Cristo, y que pertenece a la tradición bíblica llamada “sacerdotal”, contiene en sus capítulos 13 y 14 unas prescripciones que expresan el rechazo que causaba la lepra en la antigüedad y la marginación a la que eran sometidos quienes la padecían, debido a una concepción cultural que, además del temor al contagio, asociaba esa enfermedad con el pecado. Por eso, para entender ciertos pasajes como el de la primera lectura de hoy, es importante tener en cuenta que en la Biblia, si comparamos los textos del Antiguo Testamento con los del Nuevo, se refleja una evolución en la forma de entender las situaciones humanas, con respecto a las cuales Jesús muestra una actitud totalmente distinta de la tradicional hacia quienes, por una enfermedad como la lepra -que era algo así como el sida de aquel tiempo-, eran rechazados y excluidos de la sociedad.  2.- Jesús revela la cercanía y la acción compasiva de Dios en favor de los excluidos Una de las características del comportamiento de Jesús es su disposición constante a acercarse y acoger a quienes eran rechazados por los que se creían “puros” y se apartaban de los enfermos para así permanecer supuestamente “incontaminados”. Jesús, al contrario de éstos, se acerca a todos los que sufren, cualquiera que sea su condición. En el relato que nos trae hoy el Evangelio podemos apreciar precisamente cómo Jesús deja que el leproso se le acerque. Esta forma de actuar era inconcebible para sus contemporáneos, sobre todo para quienes se preciaban de seguir a la letra las prescripciones rituales: los sacerdotes y demás ministros del antiguo culto religioso hebreo, como también los “doctores de la Ley”. Pero no sólo deja que se le acerque y le diga “si quieres puedes limpiarme” -un acto humilde de fe en el poder sanador de Jesús-, sino, además, sintiendo compasión, extendió la mano y lo tocó diciendo: “quiero, queda limpio”, manifestando así que la cercanía sanadora de Dios es un hecho palpable y transformador para toda persona que reconoce su necesidad de ser liberada del mal. Es más: al tocar al leproso, Jesús estaba contraviniendo la norma que mandaba no tener contacto con quienes padecían la lepra, y con este gesto indica hasta dónde llega la misericordia divina: hasta pasar por encima de los ritos tradicionales para sanar al que sufre y reincorporarlo a la vida social. 3.- Jesús no quiere que se confunda su misión con la de un milagrero explotador Marcos es el que más insiste en lo que los estudiosos de los textos evangélicos llaman “el secreto mesiánico”, consistente en la orden que Jesús les daba, a las personas que había curado, de no divulgar sus milagros (“No se lo digas a nadie”, le ordena a quien ha sido sanado de la lepra). Con esta prohibición, trataba de evitar que sus hechos fueran malinterpretados en el sentido de un falso mesianismo, totalmente opuesto a la forma en la que Él entendía su misión. Sin embargo, quienes eran sanados no se aguantaban las ganas de proclamar lo que Él había hecho en su favor, de tal modo que, como cuenta el Evangelio, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios. Lo que quiere mostrar el evangelista es que Jesús no quería ser confundido con un curandero mágico como tantos que explotan a la gente con fines de lucro personal. El relato de la curación del leproso es una muestra de hasta dónde llega la compasión del Dios revelado en Jesús: hasta compartir Él mismo la suerte de los marginados. ¿Cuál es nuestra actitud con respecto a los que sufren? Hay situaciones que pueden ser resultado de comportamientos de los cuales son responsables quienes las padecen, pero también puede haber otras causas, y de

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Lectura del Bando y Coronación Reyes Carnavalito Preescolar 2015

 Por: Maria Claudia Echeverría El 30 de enero los niños y niñas de Preescolar vivieron un verdadero carnaval con la lectura del bando y coronación de todos los reyes y reinas del Carnaval. En compañía de la reina Kelly Acuña y el rey momo Luis Rodríguez se coronaron  a todos nuestros reyes y reinas gozando y  bailando al ritmo de la música. ¡QUIEN LO VIVE ES QUIEN LO GOZA Y EN EL PREESCOLAR ES LA COSA!

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El Mensaje Del Domingo 8 de Febrero

V Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. Al salir de la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y él se acercó, y tomándola de la mano la levantó; al momento se le quitó la fiebre y comenzó a atenderlos. Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron todos los enfermos y endemoniados a Jesús, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente, y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba que los demonios hablaran, porque ellos lo conocían. De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario. Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron: Todos te están buscando. Pero él les contestó: Vamos a los otros lugares cercanos; también allí debo anunciar el mensaje, porque para esto he salido. Así que Jesús andaba por toda Galilea, anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios. (Marcos 1, 29-39). Hoy el Evangelio nos describe lo que en términos periodísticos podría llamarse “Un día en la vida de…”. Se trata de la Jornada de Cafarnaúm, que destaca varios aspectos de la vida cotidiana de Jesús. Veámoslos en el orden correspondiente al transcurso de un día y tratemos de aplicarlos a nuestra propia vida, teniendo en cuenta también los demás textos bíblicos de este domingo [Job 7, 1-7; Salmo 147 (146); 1 Corintios 9, 16-23]. 1.- La oración diaria “Se levantó de madrugada, fue al descampado y allí se puso a orar”. La jornada de Jesús comienza con la oración, lejos del bullicio. Él sabe que, para atender eficazmente a quienes necesitan de Él, debe ponerse en comunicación con Dios Padre y alimentar su naturaleza humana con la fuerza del Espíritu Santo, de modo que esta energía divina actúe con un poder sanador y transformador a través de sus hechos y palabras. Los evangelios nos presentan a Jesús para que sigamos su ejemplo. ¿Cómo empieza nuestra jornada? Necesitamos espacios de silencio interior para escuchar lo que Dios nos dice a través de su Palabra y de los acontecimientos cotidianos, reflexionar sobre nuestros logros, dificultades y proyectos, darle gracias por los dones recibidos, pedirle perdón por nuestras ofensas de pensamiento, palabra, obra y omisión (Jesús pedía perdón por las de toda la humanidad, pues en Él no había pecado), poner nuestros problemas en sus manos y pedirle que nos dé la energía necesaria para afrontarlos y para que nuestra vida sea productiva en orden a su mayor gloria, que es el bien de todas las personas. Por eso es importante que dediquemos un rato diario -15 minutos, media hora o más- a la comunicación personal a solas con Dios. 2.- La comunicación de la Buena Noticia “Recorría toda la región de Galilea, predicando en las sinagogas”. El Evangelio nos presenta a Jesús predicando y enseñando incansablemente, aprovechando todas las oportunidades que se le ofrecen para comunicar la “Buena Noticia”, el mensaje de salvación que Dios Padre le ha encomendado anunciar.  Por eso no se contenta con hablarles a unos pocos, sino que su vida es un constante andar por donde viven tanto judíos como paganos, invitando a todos a recibir esa buena nueva que Él mismo encarna: la del Dios-con-nosotros, cercano, amigo, bondadoso, compasivo. En la segunda lectura el apóstol san Pablo dice que él tiene la misión ineludible de predicar la Buena Nueva de Jesucristo: “Ay de mí si no anuncio el Evangelio”. También nosotros estamos llamados a proclamar la buena noticia en las situaciones concretas de nuestra vida. Para ello no tenemos que andar echando cháchara o “carreta” -como suele decirse en el argot popular-, sino expresar con la frase oportuna o el gesto constructivo aquello que pueda llenar de alegría, esperanza y optimismo a las personas con las que nos encontramos, especialmente las más necesitadas. 3.- La acción sanadora Los milagros de curación realizados por Jesús tienen por objeto mostrar que en Él se hace presente el Reino de Dios, es decir, el poder del Amor infinito que es Él mismo: un poder sanador, no sólo de las dolencias físicas sino también de las psíquicas y espirituales. Esto es lo que significa la frase con la que el evangelista resume los hechos maravillosos -“milagros”- de Jesús: “Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios”. La primera lectura de hoy, tomada del libro de Job en el Antiguo Testamento, expresa en boca del propio protagonista la realidad del sufrimiento provocado por la enfermedad, incomprensible para la razón humana cuando le sobreviene al hombre justo, y que por lo mismo sólo puede ser aceptada y asumida desde la fe. Jesús es consciente de esta realidad que viven tantos seres humanos, y con su acercamiento a los enfermos muestra que en Él se revela un Dios capaz de compasión, es decir, de con-dolerse de los que sufren, el mismo que es reconocido en el Salmo 147 (146) como Aquél que “sana los corazones destrozados”. Para Jesús el encuentro con los que sufren es la ocasión no sólo de hablarles, sino también de realizar hechos concretos en su beneficio. Por eso el apóstol Pedro, cuya predicación refleja el Evangelio de Marcos, y cuya suegra fue curada por Jesús tal como lo relata este mismo evangelista, diría en uno de sus discursos consignados en el libro de los Hechos de los Apóstoles: “Jesús pasó haciendo el bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo; y esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él” (Hechos 10, 37-38). El poder del diablo es, en el lenguaje bíblico, la fuerza del mal de la que sólo Dios puede liberarnos. ¿Y nosotros? ¿Nos contentamos sólo con hablar, o a ejemplo de Jesús nos esforzamos por

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Cierre del Plan Lector 2do Periodo en 1ero

Así finalizo el Plan Lector en este segundo periodo de los alumnos de primer grado: Por:  Miss Jessica Anillo. El día de hoy los niños de primero trabajaron las siguientes actividades: Primero, estuvieron editando y realizando la publicación del poema que habían trabajado al inicio del período en la asignaturas de LA. Luego de esta actividad todos los grados se dirigieron a la biblioteca infantil para Exponer sus poemas. Seguidamente, en los salones de clase se realizó una lluvia de ideas para introducir el tema que se trabajará en 3 período “fairy tales-fiction” y los niños observaron el video de un ejemplo de una historia de este género. Al finalizar, desarrollaron un poster sobre el poema que más les gustó del libro “Del amor y Otros bichos” que estuvieron leyendo este período en Reading Time, y la creación de un títere de un personaje de ficción de una “fairy tale”. Por:  Mrs. Ana María Hincapié. Crear es inventar algo que sale de nuestra imaginación. Por eso los estudiantes del grado primero en el día de hoy, plasmaron sus conocimientos, los cuales fueron una recopilación de todo lo trabajado durante este segundo período. En el área de inglés y español se pudo realizar la transversalidad en sus procesos de enseñanza, donde ellos han escrito poemas en su segunda lengua al igual que en su lengua materna. Durante la mañana del día 22 de enero ellos escribieron poemas en inglés y los ilustraron, seguidamente pasamos a la biblioteca infantil Rafael Pombo, para que los niños los compartieran a sus compañeros. Fue una gran experiencia observar sus rostros cargados de espontaneidad y de esta forma descubrir múltiples facetas desde la posibilidad del aprendizaje lúdico. Seguidamente en los salones de clase los estudiantes formaron grupos de trabajo para dar rienda a su imaginación. Es importante destacar que se vio el compañerismo, trabajo en equipo, creatividad y conocimiento en cada uno de los carteles que realizaron los niños y niñas sobre la obra leída Del amor y otros bichos. Actividades como esta nos permiten evidenciar los sentimientos de los estudiantes al igual que el quehacer cotidiano del aprendizaje, el cual se puede lograr a través del juego.  

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El Mensaje Del Domingo 1 de Febrero

IV Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, y el sábado Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. En la sinagoga había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó: “¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.” Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole: “¡Cállate y deja a este hombre!” El espíritu impuro hizo que al hombre le diera un ataque, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron, y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, y con plena autoridad! ¡Incluso a los espíritus impuros da órdenes, y lo obedecen!” Y muy pronto la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea (Marcos 1, 21-28). Hoy el Evangelio nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm y ejerciendo su autoridad sobre las fuerzas del mal. Tratemos de descubrir el sentido de este relato y el de las otras lecturas [Deuteronomio 18, 15-29; Salmo 95 (94); 1 Corintios 7, 32-36]. 1.- Jesús enseña y obra “con autoridad” La gente empieza a ver y oír a Jesús en Cafarnaúm, centro de la industria pesquera de la región de Galilea. Allí, en la sinagoga, el lugar donde se reúnen los judíos para orar, escuchar las sagradas escrituras y ser instruidos en ellas, lo primero que les llama la atención a sus oyentes es que aquel galileo proveniente de Nazaret no les habla como los otros maestros o doctores de la Ley, que se referían a lo que estaba escrito, pero no eran creíbles porque su vida no era coherente con lo que enseñaban, y utilizaban el discurso religioso para su propio provecho, sin importarles de verdad los problemas de la gente. Jesús, en cambio, enseña una doctrina nueva que invita a reconocer a un Dios cercano siempre dispuesto a sanarnos, librándonos de las fuerzas del mal que nos rodean y que pretenden apoderarse de nuestra existencia. Y lo que predica lo aplica en su forma de obrar, mostrando que en Él mismo se hace presente la acción salvadora de Dios. Este es el sentido del relato del milagro obrado por Jesús en la sinagoga de Cafarnaum. El término “espíritu impuro”, que corresponde a los llamados “demonios”, considerados como fuerzas malignas, podemos entenderlo hoy como una forma de denominar la energía negativa opuesta a Dios, contraria a su mensaje de liberación. Al sanar a aquel hombre dominado por esa energía negativa, Jesús muestra que tiene el poder de vencer el mal que nosotros no podemos controlar por nuestras propias fuerzas. También los “demonios” hacen referencia a la oposición que las enseñanzas de Jesús suscitaban entre los doctores de la Ley, que veían amenazadas sus pretensiones de poder por aquél nazareno que atraía a las gentes sencillas con su predicación novedosa, amable y liberadora. 2.- Dios había anunciado que suscitaría un profeta La primera lectura evoca la promesa hecha por Dios a Moisés 12 siglos antes de Cristo: “Suscitaré un profeta de entre tus hermanos, como tú.” Profeta es en el lenguaje bíblico el que habla en nombre de Dios, y Moisés había sido escogido por Dios para que le hablara al pueblo de Israel, comunicándole que Él lo liberaría de la esclavitud que padecía en Egipto para que se pusiera en camino hacia una tierra prometida. Esta liberación y esta apertura hacia un nuevo porvenir fueron una prefiguración de lo que iba a suceder con la predicación y la acción salvadora de Jesús, el Profeta por excelencia que como tal hablaría en nombre de Dios, siendo Él mismo su presencia personal en la historia humana. Esto mismo es lo que reconocen en Jesús las gentes sencillas desde el inicio de su predicación, y lo que la primera lectura y el Evangelio de hoy nos invitan a reconocer. 3.- El sentido del celibato para servir a Dios y a la comunidad El texto de la primera carta de san Pablo a los Corintios que nos trae hoy la segunda lectura nos invita a reflexionar sobre el sentido del celibato, es decir, del estado de quien renuncia a la vida conyugal para entregarse totalmente al servicio de Dios y de la comunidad. Esto no quiere decir que haya que despreciar el matrimonio, pues también en él se puede vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, y el propio Pablo tiene en sus cartas pasajes preciosos en los que exalta el valor de la unión conyugal. Pero, de acuerdo con lo que Jesús había predicado, el apóstol reconoce el valor que tiene la entrega a Dios en el estado célibe como una forma específica y valiosa de seguir a Cristo para estar plenamente disponible al servicio del Reino de Dios. Desafortunadamente este estado no siempre es vivido con coherencia, y a veces, en lugar de ser testimonio de servicio, se convierte en un escándalo cuando el sacerdote, el religioso o la religiosa, se comportan en contravía de lo que debería ser una verdadera entrega al Señor. Sin embargo, de ello no se deduce que haya que abolir el celibato como una opción de vida. Este estado sigue siendo válido y valioso, siempre y cuando implique un auténtico testimonio del Reino de Dios, como afortunadamente lo podemos encontrar en muchas personas que lo viven con alegría y en forma constructiva, sin frustraciones ni desviaciones, siguiendo precisamente a Jesús, que nos dio el ejemplo de una vida célibe totalmente entregada al servicio de los demás. Conclusión A la luz del mensaje que nos trae hoy la Palabra de Dios, pongamos en práctica lo que dice el Salmo 95 (94): “Ojalá escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón”. Y al reconocer a Jesús como nuestro

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Así se vivió el Campamento Misión en Navidad 2014

Como ya es tradición en nuestro colegio, durante los tiempos fuertes de la iglesia Católica, llevamos a cabo el Campamento Misión. Este es el segundo año que venimos siendo acogidos por la comunidad de Aguadas de Pablo (Parroquia de Manatí – corregimiento de Sabanalarga). Desde el 17 al 22 de diciembre de 2014, un grupo de 15 estudiantes de nuestro colegio, 4 estudiantes del colegio Aluna de Fe y Alegría, acompañados por Paula Aya (exalumna 2014), Mary Cantillo (Fe y Alegría), Adreyna Pedrozo, Juan Pablo Rodriguez, el profesor Mauricio Naranjo, Jhon Jaime García y el Padre José Rafael Garrido SJ. vivieron la experiencia de hacer una novena de navidad acompañando a esta comunidad campesina y salir con el corazón enriquecido por las sonrisas de los niños, el cariño de las familias y la celebración sencilla de la fe, hacen de esta experiencia de Campamento Misión, una de las más significativas para nuestros estudiantes en el bachillerato. Desde ya hacemos la invitación para que participen en el Campamento Misión de Semana Santa 2015.

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El Mensaje Del Domingo 25 de Enero

III Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. En aquel tiempo, después de que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.” Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús: Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él. Poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús.(Marcos 1, 14-20). El Evangelio según san Marcos, que fue el primero en escribirse de los cuatro que contiene el Nuevo Testamento y del cual se toman la mayoría de las lecturas evangélicas dominicales de todo este año litúrgico, nos presenta hoy el comienzo de la predicación de Jesús. Las otras lecturas bíblicas [Jonás 3, 1.5-10; Salmo 25 (24), 1 Corintios 7, 29-31] nos pueden ayudar a complementar nuestra reflexión sobre el sentido del mensaje central de este domingo: la Buena Noticia que proclama Jesús, consistente en la llegada y cercanía del Reino de Dios, para cuyo establecimiento y desarrollo llama como colaboradores a sus primeros discípulos. 1.- “Se ha cumplido el plazo, el Reino de Dios está cerca” Esta es la primera frase que pronuncia Jesús al iniciar su predicación, según nos cuenta el Evangelio. Dios había prometido a través de los profetas del Antiguo Testamento que vendría un “Mesías” (término proveniente del hebreo que corresponde al del griego “Cristo” y significa “Ungido”), un hombre consagrado por Él para establecer su reinado en la tierra, es decir, para hacer presente en medio de la humanidad el poder de su amor, un amor capaz de liberarnos de la injusticia y de todas las demás formas de violencia si lo acogemos con fe y nos alineamos con su proyecto de construcción de una nueva forma de relacionarnos los unos con los otros, como hermanos, porque somos todos hijos del mismo Creador.. Lo que Jesús proclama es que el tiempo de la realización de aquellas profecías ya ha llegado con Él mismo, lo cual es una buena nueva, una buena noticia, que es lo que significa el término “evangelio” proveniente del griego, la lengua en que se escribieron los textos del Nuevo Testamento. Pero, además, hay un detalle: Jesús proclama y revela, no sólo con su discurso sino con su forma de actuar, a un Dios que está cerca, que ha querido llegar hasta nosotros, un Dios próximo, muy diferente del distante y lejano que concebían las filosofías y religiones paganas. En Jesús llega a su plenitud la manifestación personal del mismo Dios que doce siglos atrás se había revelado a Moisés para decirle que había “bajado” a liberar a su pueblo de la esclavitud (Éxodo 3, 7-8; 13-15), y que en el siglo VIII a. C. había sido anunciado como el Emmanuel o “Dios-con-nosotros” (Isaías 7, 14).   2.- “Conviértanse y crean en el Evangelio” Inmediatamente después de la proclamación de la cercanía y llegada del Reino de Dios, Jesús invita a sus oyentes a la conversión y a la fe en la Buena Noticia. Hay un contraste muy claro entre el contenido de la predicación de Jonás en el Antiguo Testamento, que se nos presenta en la primera lectura de este domingo, y la predicación de Jesús. Jonás profiere una amenaza de destrucción, Jesús proclama una noticia alegre y constructiva. Si bien el Dios que se manifiesta en el relato de la predicación de Jonás en la capital del reino de Asiria, al norte de Israel, es un Dios compasivo que “se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó”, el Dios revelado por Jesús -que es el mismo del relato del libro de Jonás- ya no se presenta bajo el signo de la amenaza, sino invitando a colaborar con Él en la construcción de su Reino. Se trata de una invitación dirigida también a nosotros para que cambiemos las actitudes egoístas por una nueva forma de vida en la que le abramos libremente a Dios, en nuestra existencia personal y en nuestro entorno social, el espacio necesario para que el poder de su amor actúe constructivamente en nosotros y en nuestra sociedad. 3.- Les dijo: “Vengan conmigo”… Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron El domingo pasado el Evangelio según san Juan nos presentaba el relato del inicio de la vocación los tres primeros discípulos de Jesús: Juan, Andrés y Simón Pedro. El Evangelio según san Marcos nos cuenta hoy la definición del llamamiento que el propio Jesús les hizo a los mismos tres primeros y otro más: Santiago, el hermano de Juan. La definición del llamamiento es clara y directa: “Vengan conmigo”. Pero no es una orden, es una invitación, una propuesta. Y aquellos pescadores fueron de tal modo atraídos por la invitación que Jesús les hizo, que “inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”. También nosotros, cada cual en sus circunstancias concretas, somos invitados por el Señor -y esa invitación puede estar repitiéndose aquí y ahora- a seguirlo de determinada manera, en un estado de vida específico para contribuir al establecimiento del Reino de Dios en el entorno social concreto en el que nos corresponde vivir. Para que ese seguimiento sea una realidad, tenemos que “dejar las redes”, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, es decir, deshacernos de todo cuanto nos “en-reda” y por lo mismo nos impide emprender el camino que Dios nos indica. “La vida es corta” y “este mundo es pasajero”, dice n la segunda lectura el apóstol san Pablo

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El Mensaje Del Domingo 18 de Enero

II Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B Por: Gabriel Jaime Pérez, S.J. El día siguiente después del Bautismo de Jesús, Juan Bautista estaba junto al río Jordán con dos de sus seguidores. Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios!” Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó: “¿Qué están buscando?” Ellos dijeron: “Maestro, ¿dónde vives?” Jesús les contestó: “Vengan a verlo”. Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)”. Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuando Jesús lo vio, le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa Pedro)”.(Juan 1, 35-42). En este II Domingo del Tiempo Ordinario de la liturgia y que comenzó hace una semana con la fiesta del Bautismo del Señor, las lecturas [1 Samuel 3,3-19; Salmo 40 (39); 1 Corintios 6,13-20; Juan 1,35-42] se centran en el tema de la vocación o el llamamiento que Dios nos hace para que lo escuchemos, lo sigamos y hagamos su voluntad.    1.- “Habla Señor, que tu siervo escucha” La “vocación” consiste en un llamamiento de Dios a cada persona para que cumpla una misión en su vida. Toda persona es llamada por el Señor para realizar una tarea y así darle sentido a su existencia. La primera lectura nos presenta la vocación de Samuel. “Sem-El” en hebreo significa “en nombre de Dios” (cfr. nota de la Biblia de Jerusalén a 1 Samuel 1, 20). Su misión iba a ser la de hablar como profeta en nombre de Dios y gobernar al pueblo de Israel, también en nombre de Dios. Fue el último de los jueces o jefes suscitados por Dios antes de la institución de la monarquía en Israel, y en dos libros bíblicos (I y II de Samuel) se evoca el servicio que prestó a Dios y al pueblo cumpliendo la misión que le fue encomendada. En el relato de la vocación de Samuel se destaca una frase: “Habla Señor, que tu siervo escucha”. Con ella le dijo el sacerdote Elí a Samuel, quien todavía era un niño, que manifestara su disposición a recibir el llamamiento de Dios. Hagamos nuestra esta misma frase, disponiéndonos así también a oír interiormente la voz de Dios y lo que Él quiere de cada uno de nosotros. 2.- “Este es el Cordero de Dios” – el “Maestro” – “el Mesías” Los dos primeros seguidores o discípulos a los que se refiere el Evangelio -el propio Juan evangelista y Andrés, ambos pescadores de Galilea- oyeron la voz de Dios que les llegó a través de Juan Bautista. Esta misma voz resuena para nosotros en la Eucaristía cuando el celebrante muestra el Santísimo Sacramento inmediatamente antes de la Comunión: “Este es el Cordero de Dios…” Además del título “Cordero de Dios”, alusivo al sacrificio redentor de Jesús con la entrega de su propia vida en la cruz, aparecen en el Evangelio otros dos títulos que identifican su misión: el de “Maestro” (en arameo “Rabí”) y el de “Mesías” (que en hebreo significa lo mismo que “Cristo”, término proveniente del griego: ungido). Juan y Andrés, al responder a la pregunta de Jesús -“¿Qué están buscando?”-, lo llaman “Maestro”, expresando así su disposición a ser enseñados y orientados por Él. Poco después, Andrés le dice a su hermano Simón: “hemos encontrado al Mesías”, evocando con este título las profecías que habían anunciado a un descendiente del rey David ungido por Dios para salvar a la humanidad. Aquellos primeros discípulos comenzaron entonces a conocer quién era Jesús, aunque este conocimiento sólo llegaría a perfeccionarse después de su muerte y resurrección, gracias al Espíritu Santo que los iba a iluminar para entender, desde la fe, el sentido completo de la vida de aquél a quien habían empezado a seguir”. También nosotros somos invitados a conocer a Jesús, a descubrir el sentido que Él tiene para cada uno de nosotros en nuestra propia existencia y a vivir de acuerdo con este conocimiento. En esto consiste precisamente nuestra vocación cristiana, el llamamiento que Dios nos hace para que sigamos a Jesús, y que se concreta en la misión específica que Dios le asigna a cada cual, como la que le dio a Simón, significada en el nuevo nombre que le puso el Señor: la de ser la piedra o roca que cimentaría su Iglesia. 3.- “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad” Esta frase del Salmo 40 es aplicada por la Iglesia a nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios -como fue proclamado en el momento de su Bautismo- quien por el misterio de la Encarnación es Dios hecho hombre precisamente para cumplir la misión que su Padre le encomendó. Toda la vida terrena de Jesús puede resumirse en esta frase: “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”. Él mismo dijo: “No he venido a hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de mi Padre que me envió” (Juan 6, 38). En el Padrenuestro, la oración que Jesús nos enseñó, hay una petición –Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo– que suele entenderse mal en el sentido de una resignación fatalista a todo lo que pase o de un conformismo con el orden establecido sin actitudes críticas, porque se supone que “es la voluntad de Dios”. No es éste el verdadero sentido de la petición, sino el de una disposición a orientar cada cual su propia vida en coherencia con el plan salvador de Dios que coincide con el establecimiento de su Reino: un Reino de justicia, de amor y de paz. Éste es el Reino al que se refiere la

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La Navidad se Tomó Preescolar

Navidad es tiempo de compartir en paz y amor con nuestros amigos, por eso desde elpasado 1ero de Diciembre  comenzaron las novenas navideñas en Preescolar. En cada uno de los salones de  clase las profesoras organizaron las novenas en compañía de los padres de los niños;  un espacio valioso para compartir y contagiarnos del espíritu navideño en el colegio. Los niños han estado muy felices disfrutando de estos espacios, y en compañía de nosotros viviendo en nuestros corazones el nacimiento de Jesús. ¡Disfruten el registro fotográfico!        

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