La pasada Navidad fue distinta en nuestra región. El campamento misión que solemos hacer en regiones aledañas a Barranquilla tuvo un sabor especial, debido a que unimos nuestros esfuerzos en trabajar juntos. Tuvimos cuatro experiencias, dos en el Atlántico en Candelaria y Carreto, y en Bolívar otras dos: Pontezuela y Puntacanoa, en coordinación con la Misión de San Pedro Claver.
Tal como en otras ocasiones pasadas, nuestros estudiantes, padres de familia y profesores que acudieron a la experiencia se sintieron regalados por Dios en las personas de nuestra región que nos ayudaron a celebrar la Navidad desde su sencillez y desde el cariño con que nos acogieron. Los principales anfitriones fueron los niños y niñas de cada una de las localidades que corrían ansiosos para acompañarnos en cada novena y cada celebración que realizábamos.
Fue consolador unir nuestros esfuerzos en una misión tan hermosa como la de San Pedro Claver, encontrando el trabajo abonado de tantos compañeros nuestros que desde épocas pasadas han dejado su corazón en la tierra del esclavo de los esclavos. Nosotros quisimos seguir sus pisadas y esperamos volver en Semana Santa para de nuevo remarcar sus huellas en la arena.
Por: José Rafael Garrido, S.J., Director de Pastoral del Colegio San José.