Colegio San José Barranquilla

“Rostros, memorias y esperanzas” en el Atrio de los Gentiles

El lunes 9 de abril, con ocasión de “Del 9 al 9”, en el atrio del Santuario San Pedro Claver se reunieron colaboradores de las obras de la Compañía de Jesús de Cartagena y Barranquilla junto a los ciudadanos en general, para conocer los testimonios de dos de las víctimas del conflicto armado de Colombia, Adriana Porras, líder de La Esperanza en San Onofre (Sucre), Doris Tejada, cuyo caso es de un falso positivo en Soacha (Cundimarca). También para escuchar Natalia Mateus, coordinadora de la Red Juvenil Ignaciana a quien le ha dolido la historia del país, y quien invitó al compromiso en la construcción de la paz para que los niños y jóvenes herenden ésta y no la violencia. Seguidamente, los asistentes apreciaron la exposición ‘Sudarios’, evocando una especie de espejos de las mujeres víctimas de la violencia. La muestra de 20 imágenes fue realizada por la artista Erika Diettes al interior de la Iglesia.

 

 

A continuación la docente Karen Matallana, del Colegio San José comparte la crónica de lo que vivió en este evento, después de haber compartido con Doris Tejada, una de las víctimas del encuentro: 

Hoy tuve la oportunidad de fundirme en un abrazo y un gran beso mientras mis lágrimas corrían por toda mi cara, sin permiso, sin aguante. El corazón lo sentí pequeño y mis latidos se juntaron con el de Doris Tejada Catañeda, una madre víctima de la violencia en Colombia. Una tragedia que inició a sus once años cuando tuvo que llegar a Bogotá producto del desplazamiento. Hoy Mariadolis recorre las ciudades de Colombia no por culpa del desplazamiento, pero si por culpa de los desafortunados y satánicos actos de los militares que buscaban beneficios en la medida que le demostraban a su patrón una  absurda eficiencia, presentar a “Falsos Positivos”. 

Después de escuchar su testimonio, sentí que le debía un abrazo, quería acercarme a ella pero mi formalidad al comienzo no me lo permitió, pensé en su cansancio, en su mirada perdida. Decidí salir del lugar en busca de una botella de agua, tenía sed y muchas ganas de sentarme afuera de la iglesia San Pedro a pensar, pensar y pensar. No sentía ganas de hablar, solo quería sentarme a pensar. 

Luego de tomarme la botella de agua en un solo trago, las ganas de ir al baño no demoraron. Habían pasado algunos 40 minutos desde que escuché el testimonio de Doris.

Al salir del baño me encuentro a Doris organizando las evidencias de su viacrucis en la misma terraza donde el último Papa se reunió con los compañeros Jesuitas (Santuario San Pedro Claver – Sede de los Derechos Humanos) ese mismo viacrucis que fue burlado por un tweet del innombrable y del cual tuvo que retractarse y pedir perdón a todas las madres  perjudicadas por la desaparición de sus hijos. 

Su energía me volvió atraer y  teniendo la oportunidad de encontrarla sola, me acerqué, la  tomé por los hombros, ella muy suave con su alma caída, no se sorprendió, no se asustó. Lentamente, le dí la vuelta, la miré, me miró y me extendió los brazos mientras se le salían las lágrimas, de inmediato la abracé, cerré  mis ojos y ahí nos quedamos suspendidas por algunos 2 minutos.  Ahí pegadita a su cabello, a su oído, no quería pronunciar una sola palabra, ella no merecía escuchar nada. Yo no la quería soltar y ella a mí tampoco. Finalmente, nos separamos, nos volvimos a mirar, pude limpiar varias de sus lágrimas y lo único que me salió fue decirle ¡¡¡GRACIAS!!! 

Ahora que llego a casa con su imagen intacta, pienso en todo lo que debí decirle. No fui capaz por el tremendo nudo que se armó en mi garganta. 

Gracias Doris bella por permitirme abrazar 2 minutos su tragedia, gracias por caminar dando su testimonio, gracias por motivar a otras víctimas a continuar la lucha, gracias por permitirme trascender en su dolor, gracias porque me da valor para seguir creyendo en mis ideales, gracias por aumentar mi sensibilidad, gracias por su noble HUMANIDAD, esa que tanto nos ha faltado a los colombianos.

Si todos los colombianos tuviéramos la oportunidad de solidarizarnos con las víctimas del conflicto armado, escucharlos y amarlos a través de un gran abrazo, estoy segura, muy segura, que este país sería diferente.

Ver video del Encuentro a continuación:

 

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